jueves, 27 de mayo de 2010

Todo tiene un final: LOST.


Nunca una serie tuvo tanta expectación. Y nunca el final de una serie ha sido tan comentado y tan esperado. Pero todo lo que empieza tiene que terminar.

Sí, yo también he sido de esos que han estado siguiendo día a día LOST desde la primera temporada, hace 6 años. Se dice rápido. Me acuerdo estar viendo la serie cuando debía estar estudiando los exámenes de selectividad y aquí estaba yo, lamentándome por no poder ver el último capítulo al momento porque tener exámenes jodidos de quinto de carrera.

Al principio molaba, porque era una serie “friki” hecha por frikis y para frikis. Luego se puso de moda (supongo que en parte por la novedad, la originalidad y desde luego la calidad) y se convirtió en un fenómeno de masas. Ahí muchos renunciaron. Entre otras cosas por que la pseudocienciafcción fue cambiada por magia potagia y mitología egipcia. Pero bueno, la cosa tenía su gancho y desde luego tenía su interés. Yo he decidido tomármelo como cuando empiezo un libro: Quiero que me cuenten una buena historia, que me enganche, que sea diferente, que no caiga en tópicos y reúna grandes dosis de aventura, amor, acción y misterio. Así pues, salgo contento… y un poco melancólico.

Esta serie ha tenido grandes momentos: Desde la mano con “not pennys boat” hasta gran capítulo “The constant”. Pero no sólo, ha tenido grandes personajes, elaboradísimos trasfondos y muchos enigmas.


Aun me acuerdo de cuando me puse el primer capítulo de la segunda temporada pensando “por fin sabré que habrá en la escotilla”. Qué tiempos. Aún recuerdo que una de las primeras teorías explicaba lo que podía ser lo que movía los árboles en la isla: Hulk xD. Lo mejor de todo es que poco más tarde podía hablar de la serie con todo el mundo, no me sentía el típico bicho raro friki (Siempre lo he llevado con orgullo… pero mola compartir aficiones que sean un tanto sesudas y elaboradas). Pero bueno, todo tiene un final, y habrá que ver que serie coge el relevo.

Respecto al último episodio, decir que me pareció flojo. Se nota que se les quedó grande el universo LOST y que salieron por donde pudieron dejando sin resolver mogollón de cosas. No obstante, aunque sea un final light, estoy contento por haberlo disfrutado. Aunque sigo sin saber por qué Walt es un niño tan raro, por qué los niños no nacen, por qué la isla tiene un núcleo tan raro, por qué muchos tienen nombres de personajes reales y de filósofos… y así una larga lista. Supongo que cuando saquen los dvds habrá mas información o tomas no incluidas.

Y claro que no todo es perfecto, había mucho capítulo que no iba de nada: Uno en el que lo único que hacen es arrancar una camioneta mazo de vieja, en otro montan un campo de golf, en otro mueren dos tíos que no tienen nada que ver por la picadura de una araña… Pero vamos, creo que en general el resultado es positivo. Aunque pensando en frío, la serie está un tanto sobrevalorada.

Personalmente a mi me molaría destacar los personajes que mas me han gustado y creo que han aportado mucho a la serie.

El atormentado Sayid.


El genial físico Faraday.


El rockero Charlie.


El protagonista de la gran “historia de amor” de LOST: Desmond.


Y el mejor de todos: Mr. Eko. El hombre de Dios que reparte paz con un palo en el cual están grabadas citas bíblicas.

Así pues dejo atrás esta serie no sin antes exponer mi teoría: La heroína de la avioneta explica todo lo inexplicable de la serie. Punto. Un mal viaje ya se sabe…

domingo, 16 de mayo de 2010

DIO: uno de los pilares del rock y del metal.


Me iba a dormir. Pero antes, en este día de estudios intensivos, he decidido mirar las noticias online, por si contaban algo. Me he quedado helado.

Ronnie James Dio ha muerto.

Este ilustre personaje ha tenido una carrera musical impecable. Con Rainbow, con Black Sabbath, con Heaven and Hell y sobre todo en solitario. Ha estado en las formaciones claves, en las primeras que abrieron el camino... y sin embargo ya no está. Cualquier rama del rock y del metal le debe algo a él. Ha aportado mucho a este mundo.

Tenía ganas de ir a ver a los Heaven and Hell al Sonisphere de Madrid, tenía que verle en directo. Tras cancelar la fecha mi esperanza se truncó, pero creía que podría verle algún día. Nada más lejos de la realidad. Ahora nos queda de él lo más importante, lo que siempre amó: la música.

Tenía 67 años. Son bastantes años sí. Pero ni siquiera el cáncer le impidió dar unos conciertos hace unos meses. Él quería dejar este mundo con el recuerdo de un buen show fresco, y así ha sido.

Por otra parte toca asumir que la primera generación de heavys empiezan a hacerse mayores y que alguien tendrá que tomar el relevo. Me da pena pensar que esto es el principio de una larga lista de despedidas a personajes míticos. Uno de los padres del metal nos ha dejado un hueco insustituible, triste día para el rock. Esperemos por lo menos, que los cofundadores de este apasionado estilo de música, sigan dando guerra durante unos cuantos años más.

Como curiosidad decir, que para todo aquel que no lo sepa, el origen de los cuernos heavys es de una ocurrencia de este pequeño gran hombre. En un concierto decidió hacer un símbolo supersticioso y parece ser que gustó.




Descanse en paz.